Una maldición que me ha llamado poderosamente la atención es la Maldición de Tecumseh. Esta maldición fue pronunciada por el líder de un pueblo indígnea americano conocido como los shawnee en 1811 tras la batalla de Tippecanoe a manos del que luego sería presidente de los Estados Unidos y en aquel momento gobernador del recientemente formado Territorio de Indiana, William Henrry Harrison.
Tecumseh
Dicha maldición decía que, como venganza del Pueblo Shawnee, cuando el gobernador llegase a presidente de los Estados Unidos, éste moriría en el cargo. Además anunciaba que esta maldición se extendería a lo largo del tiempo afectando al residente en la Casa Blanca cada 20 años. Hasta aquí una maldición como cualquier otra... pero Henrry era elegido por el partido Whig como presidente en el año 1840 y se convertía en el noveno presidente de los Estados Unidos, sucediendo a Martin Van Buren. Sin embargo, tras treinta y dos dias de mandato, el fantasma de Tecumshe descendió sobre el y murió de una pneumonía.
William Henrry Harrison, IX Presidente de EEUU
Hasta ahora, una mera coincidencia... una maldición y un muerto. Está claro que aun no podemos hacer estadística sobre el tema. Sin embargo, si seguimos la literalidad de la maldición debemos comprobar que sucedía en el año 1860.
Curiosamente en este año 1860 el XV presidente de los EEUU, el demócrata James Buchanan, era sustituido por el republicano Abraham Lincoln. A partir de aquí sabemos que, de nuevo, y al igual que había ocurrido a Harrison, éste no acabaría su mandato. Lincoln moriría asesinado el 15 de abril de 1965 mientras asistía a una representación teatral.
Abraham Lincoln, XVI Presidente de EEUU
Es evidente que esta maldición ha de empezarse a tomar en serio: estadísticamente aún no podemos extraer muchas conclusiones... pero esta claro que llevamos dos de dos.
Sigamos, pues investigado. Si la maldición es correcta, la siguiente víctima sería elegida presidente de EEUU en 1980.
En las elecciones de 1980 las urnas eligen como XX Presidente de los EEUU al republicano James Abram Garfield, que sucedería al también republicano Rutherford Birchard Hayes. Sin embargo el presidente Garfield disfrutaría durante poco tiempo de las comodidades de la Casa Blanca, ya que en septiembre de 1981 era asesinado. Esto lo convierte en el segundo presidente más breve de la historia de EEUU (por detrás de la primera victima de la maldición) y en el seguindo presidente asesinado durante su mandato en la historia de EEUU (por detrás de la segunda victima de la maldición).
James A. Garfield, XX Presidente de EEUU
Es evidente que la eficacia de la maldición parece probada, ya que dos casos pueden ser casualidad, pero ya tenemos tres víctimas y... si miramos a 1900, en esta fecha era reelegido William McKinley, que sería el XXV presidente de EEUU, y el último veterano de la Guerra Civil que alcanzó este cargo. Durante su primer mandato apoyó la independencia de Cuba y fue uno de los impulsores de la guerra con España que significó la perdida de las últimas colonias de ultramar y que dio el control a Estados Unidos de Puerto Rico, Guam y Filipinas.
Nueve meses de renovar en el cargo, recién estrenado su segundo mandato, el día 6 de septiembre de 1901 era tiroteado por el anarquista Leon Czolgosz, falleciendo ocho dias después, y conviertiéndose en la cuarta victima de la Maldición de Tecumseh.
William McKinley, XXV Presidente de EEUU
Con un tanteo de cuatro de cuatro, debemos avanzar 20 años más y comprobamos que en 1920. En esta elecciones el ganador fue Warren Gamaliel Harding, convirtiéndose en el año 1921 en el XXIX Presidente de EEUU, pero muriendo en el cargo tras un ataque cerebrovascular en 1923. Esta muerte sería la quinta víctima de la maldición.
Warren G. Harding, XXIX Presidente de EEUU
Y la sexta victima sería Franklin Delano Roosevelt, que fue relegido presidente para su segundo mandato en 1940 y que fallecería durante el primer año de su tercer mandato.
Franklin D. Roosevelt, XXXII Presidente de EEUU
Es evidente que ya no parece una mera coincidencia. Seis presidentes han muerto durante su mandato en la carencia predicha por la maldición. Y esto no es todo, ya que en 1960 era elegido como XXXV Presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy, que era asesinado en 1963 en Texas en uno de los magnicidios más conocidos de la historia, se convertía en la séptima víctima.
John F. Kennedy, XXXV Presidente de EEUU
Sin embargo, en 1980 era elegido el republicano Ronald Wilson Reagan como XL Presidente de los EEUU. Candidato a fallecer en el cargo, sufrió un intento de asesinato el 30 de marzo de 1981, 69 días después de asumir la presidencia.
Ronald Reagan, XL Presidente de EEUU
Es posible que los conspiranoicos opinen que fue sustituido por un doble y que realmente murió a causa de los disparos, pero es evidente que después de 140 años, la maldición perdía eficiencia y después de siete muertos en el cargo, sus últimos coletazos se traducian en un buen intento de asesinato sin consecuencias fatales.
En el año 2000 era elegido George W. Bush como XLIII Presidente de los Estados Unidos, pero es evidente que tras tanto tiempo, la maldición había perdido fuerza y vigor y de nuevo la cosa se quedó en un intento de asesinato en Tiflis (Georgia) donde le lanzaron una granada que, pese a la maldición, no explotó. La anterior victima, Ronald Reagan, necesitó hospitalización mientras que lo de G.W. Bush se quedó en un mal susto que no requirió ni siquiera una tirita.
George W. Bush, XLIII Presidente de EEUU
Es evidente que no hay mal que mil años dure y que hasta las maldiciones indias caducan... con los siglos. En el año 2020 veremos si la amenaza se mantiene o la venganza de los shawnee ya ha pasado a la historia.
fuentes: La Piedra de Sisifo, Wikipedia