Guía rápida para el apostata
La Iglesia Católica y otras confesiones cristianas se aprovechan de la tradición secular de celebrar los nacimientos para incrementar de forma ilegítima su implantación social. La ausencia de alternativas laicas para celebrar este tipo de acontecimientos favorece la perpetuación de los ritos religiosos. Para la Iglesia Católica, el acto formal del bautizo no es una simple celebración, es un "sacramento" que implica el ingreso de la persona recién nacida en dicha comunidad religiosa, lo que provoca que muchos ciudadanos y ciudadanas se encuentren formando parte de una confesión que jamás han escogido y que no se corresponde con sus ideas.
¿Qué es la apostasía?
La apostasía es el procedimiento por el cual se abandona la pertenencia a la Iglesia Católica después de haber entrado a formar parte de ella mediante el bautismo.
La declaración de apostasía es el único medio que la Iglesia Católica, en principio, reconoce para que una persona bautizada deje de pertenecer a ella de forma voluntaria, ya que el apartarse de la práctica religiosa en ausencia de una manifestación formal de abandono de la Iglesia no comporta para la Iglesia ninguna situación especial.
Sin embargo, viene siendo una práctica habitual por parte de la Iglesia Católica negarse o poner trabas a la aceptación de las declaraciones de apostasía. Conviene entonces recurrir a la Agencia Española de Protección de Datos para que ésta obligue (en cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos) a la Iglesia Católica a que suprima de todos sus registros los datos de la persona que así lo solicite (todas las últimas resoluciones de la Agencia así lo hacen).
¿Cómo apostatar?
Para apostatar, primero hay que solicitar a la Iglesia Católica que suprima nuestros datos personales de todos sus registros, puesto que nos oponemos a que posea dichos datos personales (este procedimiento, según la Ley Orgánica de Protección de Datos, recibe el nombre de "ejercicio del derecho de oposición"). Para ello, hay que realizar dos procedimientos paralelos y casi idénticos: uno en relación con la parroquia donde se recibió el bautismo y otro en relación con el obispado/arzobispado al cual pertenece dicha parroquia. La razón de esto es que jurídicamente la parroquia y el obispado/arzobispado son entidades independientes y ambas poseen datos personales nuestros.
Por tanto, en primer lugar hay que dirigir dos cartas solicitando que supriman nuestros datos personales de todos sus registros:
- una a la parroquia donde se recibió el bautismo, pues es ésta la que posee los libros parroquiales (es decir los libros de bautismos, confirmaciones, bodas y defunciones). Existe un modelo de carta de "Ejercicio del derecho de oposición (dirigido a la parroquia)".
- y otra al obispado/arzobispado al cual pertenece dicha parroquia, pues es éste quien posee una copia de los libros parroquiales de todas sus parroquias. Existe un modelo de carta de "Ejercicio del derecho de oposición (dirigido al obispado/arzobispado)".
Una vez enviadas dichas cartas, caben varias posibilidades:
- Aceptan nuestra solicitud y acceden a suprimir nuestros datos. En este caso, finaliza así nuestro proceso de apostasía.
- Se niegan a suprimir nuestros datos. En este caso cabe cursar una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos.
- Ponen alguna traba para suprimir nuestros datos. En este caso también cabe cursar una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos.
Pasa más de un mes sin que recibamos respuesta alguna. También cabe cursar una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos en este caso.
Por tanto, si se niegan a suprimir nuestros datos, nos ponen alguna traba o pasa más de un mes sin que nos contesten, entonces habrá que rellenar el modelo de carta de "Denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos" y enviarlo mediante correo certificado a la Dirección de la Agencia. Cabe señalar que esta denuncia debe ser cursada independientemente tanto contra la parroquia como contra el obispado/arzobispado.
Será entonces la Agencia Española de Protección de Datos la que inicie un procedimiento de tutela de derechos y finalmente obligue a la Iglesia Católica a suprimir nuestros datos personales. Aquí conviene señalar que hasta la fecha, la Agencia Española de Protección de Datos ha estimado todas las denuncias (dando la razón a las personas que quieren apostatar), pero simplemente ha obligado a la Iglesia Católica a aceptar la declaración de apostasía, mediante la pertinente anotación en el libro de bautismo y la correspondiente certificación de la misma. Sin embargo, estamos trabajando en los tribunales para que obligue a la Iglesia Católica a suprimir íntegramente nuestros datos personales.
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