viernes, 25 de febrero de 2011

Miguel Escoto, médico, astrólogo, alquimista y traductor.







Miguel Escoto (n. h. 1175 en Escocia - m. ¿1235?)

Sus orígenes son oscuros: se desconoce la fecha exacta de su nacimiento e, incluso, su apellido es simplemente alusivo a su lugar de nacimiento. Asimismo, se desconoce su formación académica, aunque sí sabemos que debió ser vasta, como lo prueba el hecho de que más adelante se le conocería comúnmente con el nombre de Magister Michael Scotus, por lo que se deduce que pudiera haber ejercido su magisterio en una universidad. Por contra, sí es conocido el hecho de que se crió con su tío y que éste le envió al extranjero a estudiar en una universidad, pues hasta el siglo XV no existía ninguna en Escocia.

La primera fecha precisa en su vida es 1217, se encontraba entonces en Toledo, en la llamada Escuela de Traductores, finalizando la traducción de De sphera de al-Bitruji (Alpetragio). ¿Por qué Miguel Escoto tradujo un libro de astronomía? Si quería formarse como astrólogo o como médico astrólogo había que comenzar por las bases. Y el hecho es que estaba profundamente convencido de la historia natural aristotélica e insatisfecho del modelo de Tolomeo que prevalecía.

Entre 1224 y 1227 estuvo al servicio de la corte papal y se le otorgaron varias prebendas simultáneas. Parece que también tuvo beneficios en Inglaterra y Escocia, pero que la jerarquía y las órdenes locales se opusieron. Por esa época conoció a Leonardo de Pisa y le revisó la primera versión del De abaci. Leonardo le agradeció dedicándole la segunda versión ampliada, llamándolo el “máximo filósofo”. Es posible que la relación con Leonardo llevara a Miguel Escoto a la corte de Federico II, donde obtuvo la posición de Consejero en Astrología y Medicina del Emperador.

La cronología de los escritos de Miguel Escoto es muy difícil de establecer; las fechas corresponden generalmente al tiempo del prefacio o al momento de la dedicatoria o son manuscritos sin fecha alguna.

Su principal obra original es el Liber introductorius dividido en tres secciones: el Liber quatuor distinctionem, el Liber particularis y el Liber de physiognomia et hominis procreatione. El libro está dedicado a Federico II y en un largo exordio, habla de San Francisco que había sido canonizado por Gregorio IX el 16 de julio de 1228. En ese momento Federico II estaba excomulgado por el mismo Papa.

jueves, 24 de febrero de 2011

Grimorios





Un grimorio es un libro de conocimiento mágico escrito entre la Alta Edad Media y el siglo XVIII. Tales libros contienen correspondencias astrológicas, listas de ángeles y demonios, instrucciones para lanzar encantamientos y hechizos, mezclar medicamentos, convocar entidades sobrenaturales y fabricar talismanes. Dan al brujo las bases y señas de cada deidad, la forma en que éstos aparecen y cómo pueden someter su voluntad. Algunos de ellos son auténticos sistemas de magia, otros, recopilaciones de libros anteriores. Muchos grimorios son traducciones de antiguos libros egipcios o griegos, o bien interpretaciones de viejos hechizos que han pasado de boca en boca entre los magos durante siglos, y que algún brujo destacado decidió ordenar y componer en un texto escrito para conocimiento de las futuras generaciones.

La palabra «grimorio» procede, según la Real Academia Española de la lengua, del francés grimoire, y éste es a su vez de una alteración de grammaire, «gramática», según el Trésor de Langue Française. Esto se debe en parte a que, en la Edad Media, las «gramáticas» latinas (libros sobre dicción y sintaxis del latín) eran fundamentales para la educación escolar y universitaria, y controlados pues por la Iglesia Católica, mientras que la mayoría iletrada sospechaba que los libros no eclesiásticos eran mágicos. De esta forma, «gramática» también denotaba, tanto para letrados como para iletrados, un libro de enseñanza básica.

Otra interpretación plantea que la palabra "Grimorio" vendría del italiano "Rimario", como quien diría: composición de versos. Los antiguos estaban persuadidos de que los versos coadyuvaban la fuerza de las operaciones mágicas; por esto las llamaban "incantatationes", de donde hemos formado la palabra "encanto", porque según hemos dicho antes, en ellas se empleaban la poesía y el canto.

Seguramente el grimorio más influyente en todas las obras teúrgicas posteriores es el Sobre los Misterios Egipcios de Jámblico de Calcis. Escrito hacia finales del siglo III d. C. cuando todavía no se les daba ese nombre a tal género de libros. También se les conoció, ya en la Edad Media, como Libros Negros. Otros grimorios históricos de interés incluyen: El Grimorio de San Cipriano o Ciprianillo, El Libro de la Magia Sagrada de Abra-Melin el Mago, El Liber Juratis, Grimorium Honorii Magni o Libro del Papa Honorio III, El Poule Noir, La Clave Mayor de Salomón, El Lemegeton o Clave Menor de Salomón, El Gran Grimorio y El Grimorio Secreto de Turiel. 

A finales del siglo XIX, algunos de estos textos como el de Abra-Malin y las Claves de Salomón fueron reivindicados por organizaciones mágicas como la Orden Hermética del Amanecer Dorado y la Ordo Templi Orientis. Aleister Crowley, gran promotor de estos grupos, dio pie para basar en ellos diversos movimientos modernos como la Wicca, el neo-satanismo, y la magia del Caos. Desde el siglo XIX ha existido también un pequeño sector económico dedicado a la venta de grimorios falsos o mal traducidos (la mayoría de los textos originales están en francés o latín, y son muy raros). No obstante, existen traducciones fieles de la mayoría de libros indicados.

Existen algunos grimorios de ficción contemporáneos. El más conocido de todos ellos probablemente sea el Necronomicón, un supuesto libro mágico de las obras de H.P. Lovecraft inspirado por la mitología sumeria y el Ars Goetia, una parte de la Clave Menor de Salomón que trata sobre cómo invocar demonios.

El manuscrito de Voynich podría también tratarse de un grimorio, aunque su texto nunca ha sido descifrado, o también un fraude de siglos de antigüedad.

Fuente: http://www.wikipedia.org

miércoles, 23 de febrero de 2011

Rito de Menphis






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El Rito de Memphis, también conocido como Rito Antiguo y Primitivo o Rito Oriental, es un rito masónico creado a finales del siglo XVIII por J.E. Marconis de Negre, Samuel Honis y otros hermanos franceses que recibieron la inciación egipcia en la pirámide de Keops.

Años después el Hermano Honis, guardián de los secretos reunió en Paris en 1815 la primera Logia de Memphis con el nombre de "Los discípulos de Memphis".

A partir de ese año los secretos de Memphis son confiados a G.E. Marconis de Negre primer Gran Hierofante del Rito, en 1816 el Rito entra en sueños.

En 1839 vuelve a la vida con la guía del Hermano J. E. Marconis de Negre, hijo del Primer Gran Hierofante y depositario de los archivos y tradiciones de la Orden. A partir de esta fecha el Rito de Memphis se vuelve muy popular en Europa, Africa y América.

Durante este tiempo el Rito de Memphis entra en enfrentamiento con un rito similar nacido en Italia que también reclama el ser poseedor de los Misterios Egipcios, llamado el Rito de Misraim.

En 1881 el italiano Giuseppe Garibaldi, fue nombrado Gran Maestro Honorario del Soberano Santuario de Gran Bretaña e Irlanda y varios hermanos toman su nombre para crear un nuevo rito híbrido llamado de Memphis y Misraim, que no conserva sino solamente la nomenclatura de Memphis en su título.

martes, 22 de febrero de 2011

R:.E:.R:.


El Rito Escocés Rectificado es un rito masónico exclusivamente cristiano y más precisamente trinitario. La masonería rectificada se define en torno al Rito y Régimen Escocés Rectificado. El Rito es la práctica de los rituales, mientras que el Régimen es la estructura que da forma a dicha práctica ritual. Sin ser un rito especialmente numeroso, se practica comúnmente en Europa, Canadá, los Estados Unidos, y en mucha menor medida en África y América Latina. Fue gestado en Francia entre 1774 y 1782, por dos grupos de masones de Lyon y Estrasburgo, entre los cuales podemos citar a Jean y Bernard de Turkheim y Rodolphe Saltzmann (Estrasburgo), y sobre todo por Jean-Baptiste Willermoz (Lyon 1730-1824), quien fue su alma pensante. La arquitectura del Régimen fue su obra, y a él se debe la forma de la doctrina que este Rito comporta.

Desde el punto de vista formal, el Régimen Escocés Rectificado tiene tres orígenes; desde el punto de vista espiritual, tiene dos fuentes o inspiraciones

En cuanto a la estructura y simbolismo tanto masónico como caballeresco, los tres orígenes del Régimen son:

1. La Masonería francesa de la época, con su proliferación de los grados más diversos (Willermoz los conocía todos y practicó muchos de ellos) y que una vez depurada, sería estructurada hacia 1786-1787 en un sistema que llevaría más tarde el nombre de Rito Francés, con sus tres grados y cuatro órdenes; sin olvidar los diversos grados cuya combinación constituye lo que se ha venido a llamar el "escocismo".

2. El Sistema propio de Martínez de Pasqually, personaje enigmático aunque inspirado, al que tanto Willermoz, como Louis Claude de Saint-Martin, reconocieron siempre como a su maestro. Este sistema fue denominado "la Orden de los Caballeros Masones Elegidos Coens del Universo".

3. La Estricta Observancia Templaria, también dicha "Masonería rectificada" o "Reformada de Dresde", sistema alemán en que el aspecto caballeresco primaba absolutamente sobre el aspecto masónico, y que pretendía ser, no ya la heredera, sino además restaurar la antigua Orden del Temple abolida en 1312.

Las dos fuentes espirituales son la doctrina esotérica de Martínez de Pasqually cuyo contenido esencial versa sobre el origen primero, la condición actual y el destino último del hombre y del universo; y la tradición cristiana indivisible, nutrida por las enseñanzas de los Padres de la Iglesia.

Desde el punto de vista del Régimen Escocés Rectificado, estas dos doctrinas, no sólo no se contradicen, sino que se corroboran mutuamente.

Según las decisiones adoptadas en el Convento de las Galias (1778) y luego confirmadas por el Convento de Wilhelmsbad (1782), el Régimen Escocés Rectificado -desmarcándose así de la Estricta Observancia Templaria- renuncia a una filiación histórica con la Orden del Temple. De cualquier manera, conserva con ella una filiación espiritual, ilustrada por la adopción, en este mismo Convento, de la denominación de la clase caballeresca como "Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa". Con ello hacía referencia a los "pobres caballeros de Cristo" fundadores de la Orden del Temple, y no a la Orden rica y poderosa en que sus sucesores la convirtieron a lo largo del tiempo y hasta su disolución.

Por su filiación espiritual, el Régimen Escocés Rectificado reivindica, al igual que la Orden del Temple, la doble calidad caballeresca y religiosa. Esta doble calidad, que aparece ya en filigrana a lo largo de los grados masónicos y se confiere plenamente por el armamento de Caballero Bienhechor de la Ciudad Santa, no es a emplear solamente en el mundo de los siglos XII o XVIII, sino que es atemporal. Los medios para llevarla a cabo permanecen inmutables, dado que consisten en la puesta en práctica cotidiana y universal de las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad. Esto se expresa en los deberes impuestos, no ya solamente a los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, si no también al masón rectificado, desde el mismo grado de aprendiz, como son la defensa de la santa religión cristiana y el ejercicio de la beneficencia hacia todos los hombres y en particular hacia los más débiles y desvalidos.

Todos los textos prueban una perfecta ortodoxia, que a la vista del conjunto de las distintas confesiones cristianas existentes, demuestra que el Régimen Rectificado, lejos de dividir a los cristianos los reúne. Sus rituales son exactamente los mismos en cualquier lugar e idioma que se trabaje, ya que no han sido cambiados desde su fundación en el siglo XVIII.

Partiendo de ahí, Willermoz ha dado a su Sistema o Régimen, una arquitectura concéntrica, organizándolo en tres "clases" sucesivas cada vez más interiores al igual que más secretas, siendo desconocida cada clase interior por la que le era exterior.

Por otra parte, ha dotado al recorrido iniciático desarrollado de grado en grado, de una enseñanza doctrinal progresivamente más precisa y explícita, gracias a las "instrucciones" que forman parte integrante del ritual de cada grado.

Esta concepción del conjunto - arquitectura del Régimen y doctrina - fue oficialmente aprobada en dos etapas. Primeramente a nivel francés, por el Convento de las Galias, tenido en Lyon (noviembre-diciembre de 1778) el cual ratificó, entre otros, el Código masónico de las Logias reunidas y rectificadas y el Código de la Orden de los Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa, que constituyen los textos constitucionales particulares todavía en vigor en nuestro Régimen. Luego a nivel europeo, por el Convento de Wilhelmsbad, en Alemania (agosto-septiembre de 1782), tenido bajo la presidencia del duque Ferdinand de Brunswick-Lunebourg y del príncipe Charles de Hesse, a la sazón principales dirigentes de la Estricta Observancia Templaria, quienes se adhirieron a lo que en esa época se vino a llamar la "Reforma de Lyon".

El Régimen Escocés Rectificado tiene por finalidad el mantener y fortificar, no solamente en la Orden Interior, sino también en las Logias masónicas, los principios sobre los que se sustenta, que son:

1.- La fidelidad a la religión cristiana, fundamentada en la fe en la Santa Trinidad.
2.- La adhesión a los principios y tradiciones, tanto masónicas como caballerescas, del Régimen, que se traducen en profundizar en la fe cristiana y en el estudio de la doctrina esotérica cristiana, enseñada en la Orden.
3.- El perfeccionamiento de uno mismo por la práctica de las virtudes cristianas con el fin de vencer las pasiones, corregir los defectos y progresar por la vía de la realización espiritual.
4.- La dedicación a la patria y al servicio de los demás.
5.- La práctica constante de una beneficencia activa y esclarecida hacia todos los hombres, sea cual sea su raza, nacionalidad, situación, religión y sus opiniones políticas o filosóficas.

En definitiva, como ha sido dicho, la realización espiritual que el Régimen Escocés Rectificado propone como objetivo a sus miembros, proporcionándoles los medios para conseguirlo, es la de volver a ser hombres verdaderos, templos de Dios, Uno en tres Personas.

Fuente: Wikipedia

lunes, 21 de febrero de 2011

Doctor Papus

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Corría en la imperial San Petersburgo el turbulento año de 1905, primer intento fallido de la revolución rusa, que acabaría por estallar en 1917. En el palacio real, un atribulado Nicolás II intenta conjurar el adverso destino con una extra-vagante sesión espiritista. El episodio ha quedado recogido en las memorias del entonces embajador francés en Rusia, Maurice Paleologue, testigo del exorcismo. El zar solicitó al ocultista que dirigía la sesión que invocase a su padre, el zar Alejandro III. Mediante una extraordinaria concentración de su voluntad, el mago consiguió evocar la sombra del soberano muerto.

Nicolás II preguntó a su padre si debía reaccionar contra la corriente liberal que amenazaba con barrer a Rusia. El fantasma respondió: debes extirpar la incipiente revolución; más un día volverá a brotar de nuevo y será más violenta cuanto más dura sea la represión, asegura el testimonio del diplomático galo. El misterioso esoterista era el francés Gerard Encausse, universalmente conocido como el doctor Papus, uno de los principales ocultistas de Europa, que había sido llamado a San Petersburgo para ejercer como médico y con-sejero del zar. Mantiene la leyenda que Gerard Encausse vaticinó entonces al zar la llegada de Lenin al poder y también que aseguró al emperador ruso poder conjurarla. Desafortunada-mente para Nicolás II, el doctor Papus murió en 1916, antes de la llegada del Octubre Rojo. Su vacío mágico en la corte zarista fue cubierto por uno de los per-sonajes más siniestros de la historia: Rasputín. 

Papus, gran maestre de las sociedades secretas de los Rosa-Cruces, obispo de la Iglesia Gnóstica Universal y depositario de los arcanos saberes egipcios y cabalísticos escondidos en el Tarot, era coruñés de nacimiento. Cientos de páginas web referidas al gran mago europeo, acaso el personaje coruñés con mayor proyección internacional después de Picasso, atestiguan su nacimiento en la ciudad de A Coruña en todos los idiomas. En todos los documentos figura el año 1865, el día 13 de julio ... y hasta la hora: 7 de la mañana. Es conocido que su padre era el químico francés Louis Encausse y su madre una mujer de Valladolid llamada Irene Pérez, de ascendencia gitana. Se sabe también que su estancia coruñesa duró cuatro años y que su casa natal está en el número 3 de la calle de los Olmos. Pero a partir de ahí, la sombra del misterio se cierne sobre las razones de su nacimiento en A Coruña. 

Gerard Encausse Pérez accedió con apenas 17 años, al restringido círculo de los ocultistas de París, capital mundial a finales del siglo XIX de los llamados saberes herméticos. Conocido como el Balzac del ocultismo, publicó más de 160 obras, algunas de las cuales pasan por ser las biblias del pensamiento hermético, como es el caso del Tratado elemental del ocultismo, en el que se compilan por primera vez los conocimientos de las diversas sociedades secretas como los Templarios, los Rosa-Cruces o los Francmasones.

Fuente: Santiago Romero, La Opinión

domingo, 20 de febrero de 2011

Curros Enriquez, J:.E:.H:.



En la Galicia del XIX, la masonería se asentó con más fuerza que en el resto de España, allí cobró importancia debido a sus manifestaciones liberales y laicas; a su tradicional amistad con Portugal y el movimiento iberista; así como por su carácter autonómico. Para darnos una imagen acerca de los debates ideológicos dentro de la masonería gallega traemos estos fragmentos de correspondencia de 1888, donde se afirma que: “la masonería española tiene como misión ser “factor poderoso de civilización”, siendo la única Institución, capaz de romper las ligaduras que sujetan a España “a un pasado de humillación teocrática, para encaminarla libre, culta y diligente hacia un porvenir de prosperidad y grandeza” tal como indica Alberto Valín en una de sus obras (A. Valín, La Masonería y La Coruña, Xerais, Vigo 1984)

Manuel Curros Enriquez perteneció a la R:.L:.S:. Auria nº 54 y Auria Amor nº 10 del Gran Oriente de España, que se caracterizó por su laicismo y su participación en la política del país, de lo que es posible deducir que el pensamiento anticlerical, laico republicano, del que Curros hace gala en su poesía está muy relacionado con la formación y el aprendizaje recibido en las logias gallegas del Gran Oriente Español. El pensamiento de Curros está imbricado en una corriente muy en boga en Europa en esos momentos, los masones de esta tendencia estaban influidos por el positivismo y las nuevas teorías científicas (Marx, Darwin, entre otras), la ciencia y los adelantos tecnológicos se erigían como la nueva religión. El poeta de Celanova era un fiel partidario de esta nueva doctrina.

En los momentos en que Curros arriba a La Habana, en la Isla se vivía una situación política muy tensa. A pesar de la imagen de control y calma que se trataba de ofrecer por el gobierno metropolitano, el inminente del reinicio de las luchas por la independencia estaba presente en el ambiente. No obstante, en esos años, la masonería estaba pasando por un momento de auge dentro de la Isla. Lo más granado de la intelectualidad cubana de la época perteneció a ella. Las logias, en este período, realizaban esencialmente un trabajo cultural y social. En estos años, la masonería cubana había ganado en organización, consolidando su papel de instrumentos modernizadores de la sociedad cubana. Curros se integra en Logia Plus Ultra.

La postura de Curros frente a la Guerra de Independencia de Cuba, estuvo marcada por su principio, de anteponer siempre, lo que consideraba mejor para el futuro de Galicia. En esos momentos, la autonomía, era la opción que más se correspondía con sus propósitos galleguistas. Curros llegó a acusar a los independentistas cubanos de no ser “tan revolucionarios”, pues en su lucha no han pensado en el resto de España que está sufriendo los mismos desmanes frutos del desgobierno centralista español. Condena la Guerra, por considerarla una guerra fraticida, donde está muriendo lo mejor de la juventud “de ambos bandos”.

Curros está tratando, a través de su obra, de lograr la formación del ciudadano para Galicia y romper así con una larga tradición de caciquismo y vasallaje, asentada en Españapor siglos de absolutismo real, y que había sido imposible borrar en los cortos períodos de gobierno del republicanismo hispano. Cuando, finalmente, el gobierno español decide darle la autonomía a Cuba, en 1898, nos encontramos con que la mayoría de los representantes de este gobierno autonómico está formada por masones. Y es precisamente con este grupo de autonomistas masones con quien más estrecha relación tendrá Curros desde su llegada a la isla.

Fuente:

Otros links de interés: 
R:.L:.S:. Curros Enriquez 114, al Or:. de Compostela

sábado, 5 de febrero de 2011

R.·.E.·.A.·.A.·.



El Rito Escocés Antiguo y Aceptado (R.·.E.·.A.·.A.·.) es un Rito es un rito masónico derivado del sistema escocés que se practicaba en París, a mediados del Siglo XVIII, donde se combinan los elementos simbólicos más tradicionales con una dinámica de funcionamiento ciertamente expresiva que permite desarrollar junto a un profundo sentido de fraternidad, un agudo sentido del análisis racional que invita a enfocar la vida con criterios donde lo espiritual y lo racional se complementan extraordinariamente.


En primer lugar debemos indicar que el rito masónico no es más que el conjunto de ceremonias que, por una parte, estructuran el trabajo colectivo efectuado por las logias y, por otra, favorece el trabajo introspectivo de cada francmasón. Pero debemos tener claro que la Francmasonería usa este término sin darle ninguna dimensión sacramental. En este sentido la Francmasonería utiliza el concepto de rito en su sentido más primigenio y que Rito proviene de la palabra latina Ritus, de donde se ha tomado la traducción significa ‘una práctica’ o ‘costumbre aprobada’ o una ‘observancia exterior’.



En las Logias que utilizan el R.·.E.·.A.·.A.·. se representan simbólicamente las Leyes que rigen el universo y sus trabajos se realizan fundamentalmente en dos líneas que se complementan como los brazos de un mismo cuerpo.

En primer lugar, la práctica del Ritual, permite, en sus grados de Aprendiz, Compañero y Maestro, a través de una serie de dramatizaciones ritualísticas de antiquísima simbología, tener una mayor conciencia de las Leyes y preceptos de la naturaleza y del universo de la que descubriría nuestra simple pero atenta observación. Así, el ritual está estructurado y codificado de tal manera que conforma un hilo conductor, el cual no sólo puede transmitir un claro y sencillo mensaje general, sino que puede activar mecanismos subconscientes e inconscientes que generan un elevado sentido de la trascendencia. Así pues, en este Rito tiene una importancia capital no sólo la práctica del Ritual sino también su asimilación espiritual, psicológica y conceptual.

En segundo lugar, dentro de los trabajos de la Logia se pone igualmente énfasis en los Trabajos Masónicos de tipo intelectual. Los Trabajos son presentados por escrito y, una vez leídos en la Tenida, son tratados de forma oral y coloquial entre los hermanos. De esta forma se consigue, a través de las diferentes apreciaciones u opiniones aportadas, una percepción profunda del tema tratado, con el consiguiente enriquecimiento y formación masónica que invariablemente dará sus frutos en cualquier ámbito o situación.


Sin lugar  dudas, el R.·.E.·.A.·.A.·. representa por un lado un templo mismo de la democracia y por otro  un campo de cultivo del libre pensamiento.

En Galicia el R.·.E.·.A.·.A.·. se practica dentro de la regularidad masónica en cuatro Respetables Lógicas Simbolicas bajo los auspicios de la Gran Logia de España

Respetable Logia "Curros Enriquez" 114, en Compostela
Respetable Logia "Atlantica" 84, en Vigo
Respetable Logia "Renacimiento" 54, en A Coruña
Respetable Logia "Saint Jacques" 140, en Compostela

miércoles, 2 de febrero de 2011

Circumpunto



En el antiguo Egipto era el símbolo de Ra, el dios del sol, "Gran Dios" anónimo, demiurgo, dios solar de Heliópolis en la mitología egipcia. Ra era el símbolo de la luz solar, dador de vida, así como responsable del ciclo de la muerte y la resurrección. Ra era poseedor de cuatro facultades: Hu (el gusto y la palabra), Maa (la visión), Sedyem (el oído) y Sia (el entendimiento y el tacto). También tenía catorce ka: Dyefa (Ayefa) (abundancia), Aju (estrépito), Dyehen (resplandor), Heqa (magia), Hu (alimentación), Iri (producción de alimentos), Nejt (victoria), Pesedy (luminosidad), Shemes (fidelidad), Shepes (gloria), Seped (habilidad), Uas (honor), Udy (prosperidad), User (vigor). A veces, en el lugar de Uas, se indica Hu (brillantez). 

Una de las razones por las que Ra fue considerado indestructible era porque nadie conocía su nombre. Esta creencia fue asimilada por varias religiones, entre ellas el judaísmo y el Islam, que denominan a su dios de múltiples formas pero establecen que se desconoce su nombre definitivo y cuyo conocimiento pronosticará el fin de los tiempos.

Desde el punto de vista astrológica el Astro Rey representa nuestro centro, nuestra esencia, esa parte nuestra que nos hace únicos. Representa en nosotros el significado principal y el modo de conectarnos con la vida. Es la parte más luminosa de uno mismo, la que refleja la mejor manera que tenemos para vivir, eso que nos hace especiales, o sea el talento innato. El costado activo y masculino.

En la filosofía oriental encarna la visión  espiritual del tercer ojo, la rosa divina y el signo de la iluminación y los cabalistas lo utilizan para simbolizar la corona, Kether, la sefirot superior y “el secreto de los secretos”. Los primeros místicos lo llamaban el ojo de Dios, y es el origen del ojo que todo lo ve que aparece en el Gran Sello. 

Los pitagóricos lo usaban para representar la mónada, la divina verdad, la prisca sapienta, la unión de mente y alma. Para ellos, la generación de la serie de los números se relaciona con objetos de la geometría, así como con la cosmogonía. Según Diógenes Laercio, de la mónada se evoluciona a la díada, de ella a los números, de los números a los puntos, luego las líneas, las entidades de dos dimensiones, las entidades de tres dimensiones, los cuerpos y, culminando, los cuatro elementos, tierra, agua, fuego y aire, a partir de los cuales se construye el resto de nuestro mundo. Así, En muchos sistemas gnósticos (y heresiológicos), al Ser Supremo se le conoce como la Mónada, el Uno, el Absoluto Teleos Aion (el Eón perfecto, αἰών τέλεος), Bythos (la Profundidad o la Gran Profundidad, Βυθός), Proarchē (Antes del Inicio, προαρχή ) y Hē Archē (el Comienzo, ἡ ἀρχή) y el Padre Inefable.

El Uno es la fuente primordial del pleroma, la región de la luz. Las diversas emanaciones de "el Uno" se llaman eones.

En determinadas variaciones del gnosticismo, especialmente las inspiradas por Monoimo, la mónada era el dios supremo que creó dioses menores o elementos (similares a eones).

En algunas versiones del antiguo gnosticismo, especialmente las derivadas de Valentín el Gnóstico, una deidad menor conocido como el Demiurgo tuvo un papel en la creación del mundo material, adicionalmente a la función de la Mónada. En estas formas de gnosticismo, el Dios del Antiguo Testamento a menudo se considera que fue el Demiurgo, no la Mónada o, a veces, diferentes pasajes se interpretan referidas a una o a otro.

Esta Mónada es la fuente espiritual de todo lo que emana del pleroma y puede ser contrastada con la oscuridad de la materia pura.

Además, el circumpunto es la rosa, el símbolo alquímico de la perfección—el símbolo universal de Dios.

La astronomía moderna todavía emplea el circumpunto para representar el Sol.

martes, 1 de febrero de 2011

La circunferencia de los nueve puntos





Se conoce como circunferencia de los nueve puntos a la circunferencia asociada a cada triángulo. Su nombre deriva del hecho que la circunferencia pasa por nueve puntos notables, seis de ellos sobre el mismo triángulo (salvo que el triángulo sea obtusángulo). Estos son:
  • el punto medio de cada lado del triángulo, 
  • los pies de las alturas, y
  • los puntos medios de los segmentos determinados por el ortocentro y los vértices del triángulo.
Al círculo de los nueve puntos se le conoce también entre otros como círculo de Feuerbach, círculo de Euler, círculo de los seis puntos o círculo medioinscrito.

Generalmente, se adjudica a Karl Wilhelm Feuerbach el descubrimiento de la circunferencia de los nueve puntos; sin embargo, lo que Feuerbach descubrió fue la circunferencia de los seis puntos, reconociendo que sobre ella se encuentran los puntos medios de los lados de un triángulo y los pies de las alturas del triángulo.

Anteriormente, Charles Brianchon y Jean-Victor Poncelet habían demostrado su existencia. Poco tiempo después de Feuerbach, Olry Terquem también demostró la existencia del círculo y reconoció además que los puntos medios de los segmentos determinados por los vértices del triángulo y el ortocentro, también están contenidos en la circunferencia.

En 1822, Karl Feuerbach descubrió una de las propiedades más profundas sobre la circunferencia que lleva su nombre: la circunferencia de los nueve puntos es tangente exterior a los círculos exinscritos al triángulo. La circunferencia inscrita al triángulo es tangente interior a la circunferencia de Feuerbach. La demostración de este hecho puede hacerse, observando que los puntos de tangencia de dos de las circunferencias exinscritas a uno de los lados del triángulo equidistan del punto medio de dicho lado. Usando la inversión respecto de este punto medio se le puede dar el toque final a la demostración.

Fuentes:

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