miércoles, 30 de marzo de 2011

GOE y la constitución de la II República




Una de las mayores críticas que ha recibido el Gran Oriente Español fue originada por proponer a las Cortes Constituyentes de la República que incluyesen en la Constitución de la República las siguientes disposiciones, entre otras:

1. Romper las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
2. Prohibir manifestaciones de índole religiosa en la calle.
3. Incautación de los bienes de la Iglesia y dedicarlos a la beneficiencia.
4. Nacionalizar todos los bienes de las Órdenes Religiosas.
5. Expulsar o exclaustrar a todos los religiosos de ambos sexos.
6. Incapacitar legalmente a los sacerdotes para la enseñanza.

¿que opina el español de hoy de esas propuestas del ayer?

1 comentario:

Rubén López-Cortés dijo...

Yo opino que en la práctica se vio que fue un completo desastre, aunque las ideas las comparto totalmente, llevarlas a cabo en la II República fue una de las razones que enfadó a la derecha y animó al Alzamiento. Sería interesante comprobar el avance de la sociedad actual pero mucho me temo que estas medidas necesitarían de una implantación gradual:

1) Lo veo complicado en el momento en que la cabeza de la Iglesia católica es el Jefe de Estado del país, desconozco las atribuciones gubernamentales del actual Papa pero de tenerlas, será tarea complicada.

2)A ver quién explica que estarán prohibidas las procesiones de cada domingo por los alrededores del templo, quién se atreva podrá continuar haciendo razonar que no, que ya no se puede vestir de nazareno en Semana Santa, ni llevar a los peques a la cabalgata de Reyes (ahora sustituido por su equivalente pagano, de haberlo) ¡y que ni se les ocurra celebrar el santo patrón de su ciudad, eso es cárcel!

3 y 4) Primero habrá que demostrar cuáles de esos bienes son de tenencia ilegal, de hacerlo por las bravas no sé porque nos quejamos cuando nos expropian algún terreno.

5) ¿Por qué razón no podrían continuar viviendo así? Si es un estilo de vida con el que están cómodos...

6) Totalmente de acuerdo, el que quiera enseñar a sacarse el título y demostrar los conocimientos adecuados, sea sacerdote o la vecina de enfrente.

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