Leo Taxil fue un escritor francés nacido en Marsella el 21 de marzo de 1854, cuyo verdadero nombre era Marie Joseph Gabriel Antoine Jogand-Pagès. Taxil fue editor del periódico "La Marotte", que llegó a prohibirse por «atentar contra las buenas costumbres» y que le valió una condena a ocho años de cárcel, aunque logro huir a Suiza, de donde regresó posteriormente aprovechando de una amnistía. A partir de ese momento, se dedicó a la prensa anticlerical.
En 1885 fue recibido masón, pero no pasó del grado de aprendiz y que al año siguiente fue expulsado de la logia. Esto dio lugar a un nuevo cambio en él, dejando el anticlericalismo para convertirse en un autor antimasónico. De este periodo data lo que se conoció como la «Broma de Taxil» en la que embaucó económicamente el papa León XIII y a varios obispos de Francia. De hecho, en abril de 1884 el papa León XIII publicó la encíclica Humanum genus, en la que afirmaba que la raza humana «fue dividida en dos grupos opuestos, de los cuales uno lucha tenazmente por la verdad y la virtud, mientras que el otro grupo se centra en las cosas contrarias a estas. El primero es el reino de Dios sobre la Tierra, es decir, la verdadera iglesia de Jesucristo... El otro es el reino de Satán». Y este estaría «dirigido o asistido por la masonería». Después de la publicación de esta encíclica, Taxil vio, como posteriormente confesaría, una excelente oportunidad para llevar a cabo una acción que ridiculizaría a la Iglesia católica y le permetiría vengarse de la masonería por haberle expulsado.
En 1885, fingió convertirse al catolicismo y anuncia su intención de reparar el daño que ha causado a la verdadera fe. Acto seguido inventó una orden masónica satánica de nombre Palladium, cuyo objetivo principal sería el de dominar el mundo. El supuesto objetivo de Taxil era denunciar tal orden, revelando los secretos y acciones de la sociedad. Continuó acusando a la masonería de incentivar entre sus seguidores el vicio e incluso el asesinato, y de ser una secta satánica que dedicaba su culto a Bafomet. Para hacer más creíble su estafa, Taxil mezcló elementos masónicos verdaderos y otros de su invención.
Taxil escribió varios libros exponiendo estas tesis, en la que incluía supuestos testimonios que afirmaban la vinculación entre masonería y satanismo. Estas ideas tuvieron amplia aceptación en los círculos católicos, tanto que fue recibido por León XIII, que se declaró admirador de sus obras y le pidió que escribiese más libros, pasando él a financiarlo. Continuando con la farsa, Taxil acusó a Albert Pike de ser un papa luciferianista, el líder supremo de todos los masones del mundo, y que mantenía contacto con Satanás. Lo mas divertido de todo eso es que, a raíz de estas acusaciones, el Obispo de Charleston, Monseñor Northrop, viajó a Roma con el fin de garantizar al papa León que los masones de su diócesis eran personas dignas y que su templo no albergaba ninguna estatua de Satanás.
El 19 de abril de 1897, acabó con su «broma» en una conferencia de prensa organizada en la Sociedad de Geografía (la llamada «Conferencia de Leo Taxil»), en la cual confesó que sus revelaciones sobre los masones eran ficticias y agradeció al clero por su contribución en el éxito de la farsa al darle propaganda y fondos a sus publicaciones. Eso provocó un escándalo que obligó a la policía a intervenir para proteger al autor.
Taxil moriría en Sceaux el 31 de marzo de 1907.
Fuente: wikipedia
No hay comentarios:
Publicar un comentario