En un día de tormenta toda la aldea gala está reunida en la casa de su jefe Abraracúrcix temiendo que el cielo se desplome sobre sus cabezas (no debemos olvidar que eso era lo único a lo que temían los irreductibles galos). En ese momento llega un adivino que consigue ganarse la confianza de todo el pueblo. Bueno, consigue ganarse la confianza de todo el pueblo excepto la de nuestro héroe Astérix y la del druida Panorámix.
El adivino, aliado con los romanos, convence a los galos para que abandonen el pueblo. Esta es la única de las historias de Asterix en la que los romanos consiguen ocupar el pueblo debido a que sus habitantes lo abandonan por las supersticiones que les infunde el adivino. De hecho, el centurión de Petibonum, Caius Norterajus, se permite el lujo de enviar un emisario a Roma con un mensaje a Julio César: "Toda la Galia está ocupada". La ocupación dura muy poco debido a la magia de Panoramix, que consigue que la guarnición vuelva a su campamento.
De todos modos en este álbum de nuestros galos existen dos curiosidades a señalar:
La primera es la alusión más que explicita al cuadro de Rembrandt "Lección de anatomía" (ultima viñeta de la página 10).
La segunda es que Abraracurcix hace mención expresa a que Baal Zebub, señor de las moscas, debe ser el culpable de que los otros dioses se hayan mosqueado. Obélix le pregunta a Asterix si él lo conoce a ese dios, y Astérix le contesta que probablemente se trate de un dios extranjero.
La primera es la alusión más que explicita al cuadro de Rembrandt "Lección de anatomía" (ultima viñeta de la página 10).
La segunda es que Abraracurcix hace mención expresa a que Baal Zebub, señor de las moscas, debe ser el culpable de que los otros dioses se hayan mosqueado. Obélix le pregunta a Asterix si él lo conoce a ese dios, y Astérix le contesta que probablemente se trate de un dios extranjero.
Fuente: Wikipedia
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