sábado, 20 de febrero de 2010

Calígula y el incesto


Muchas barbaridades le achaca el historiador Suetonio al Emperador romano Calígula (37-41), y es justo decir que, si las hubiera inventado en buena medida, como algunos le han acusado de tiempo en tiempo, al menos debería haber tenido Suetonio una imaginación muy fértil. No se escapan de estas acusaciones, las relativas al incesto.

Quizás algo tenga que ver el asunto con la megalomanía de Calígula. Por parte de su madre Agripina la Mayor (no confundir con Agripina la Menor, madre de Nerón, y hermana del propio Calígula), este individuo era nieto de Agripa, un competente militar y funcionario a las órdenes del Emperador Octavio Augusto, así como de Julia la Mayor, hija natural del mencionado Octavio Augusto (Calígula era, por tanto, bisnieto de Augusto). El problema es que Agripa era de procedencia humilde y oscura (de hecho, se sabe casi nada de sus primeros años de vida), y eso a Calígula le daba puntada de hígado. De manera que sostuvo públicamente que su madre Agripina la Mayor, en realidad era el producto de un incesto entre su abuela Julia y su bisabuelo Octavio Augusto (por si se pierden: según Calígula, Octavio Augusto se habría echado entre pecho y espalda a su hija Julia, y de ahí habría nacido Agripina, de la cual habría a su vez nacido Calígula).

Fiel a esta tradición, Calígula habría también tomado carnalmente a sus hermanas. Ellas eran Agripina la Menor (esta sí, la madre de Nerón), Drusila y Julia Livila. Suetonio dice con toda claridad: "Tuvo comercio incestuoso y continuo con todas sus hermanas, y las hacía sentar consigo a la mesa en el mismo lecho, mientras su esposa ocupaba otro" (recuérdese que los romanos no comían sentados en sillas, sino reclinados en lechos). En una ocasión, cuando Calígula era aún joven, fue sorprendido con Drusila (de creerle a Suetonio, que a veces se le pasa la rueda de chismoso), y ella habría sido casada con otro hombre. Pero Calígula la tomó de regreso, y la trató públicamente como a su esposa. ¿Y el marido cornudo? Se dejó, por supuesto, o se le iba la vida en ello. También la hizo heredera universal de sus bienes y del Imperio. El problema es que Drusila falleció en el año 38, ya siendo Calígula Emperador, y éste quedó tan trastornado, que se fugó de Roma, atravesó la Campania y llegó hasta Sicilia. Cuando regresó a Roma, traía los cabellos y la barba desmesuradamente crecidos. Desde entonces, a Drusila se le dieron honores de diosa, y Calígula no hizo desde entonces otro juramento que no fuera por la memoria de Drusila.

Se ha discutido si en realidad Calígula tenía sexo con Drusila, o con algunas de sus otras dos hermanas. Sí se sabe que Calígula no tenía empacho en que, dentro de sus orgías, sus hermanas fueran entregadas a sus compañeros para que las gozaran a discreción. Ambas tramaron una conspiración con un tal Emilio Lépido (probablemente haciéndose amantes ellas dos con él), pero el asunto fue descubierto. Lépido acabó ejecutado, y las dos hermanas desterradas. Julia Livila acabaría falleciendo en el exilio, pero Agripina se las arregló no sólo para sobrevivir a Calígula (quien murió asesinado por su propia guardia personal, dicho sea de paso), sino además para contraer matrimonio con su sucesor Claudio y envenenarlo para asegurarle la corona imperial a Nerón, antes de terminar ella misma ejecutada por su agradecido hijo, el tarado aspirante a artista... ¡Están locos, estos romanos!

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